
Días después de que informáramos de que el Gobierno de Polop ha finiquitado el emblemático festival Jazz Polop para organizar un sucedáneo denominado Festi Jazz Polop, con el asesor de la concejal de Cultura, Jero Martínez, como coordinador del mismo, en lugar de Papik Ribera, el impulsor del festival original, éste ha emitido un comunicado explicando los motivos y recordando la evolución del festival. Un comunicado que recogemos íntegramente:
Soy Papik Ribera, y me dirijo a vosotros como director artístico y creador del festival.
A estas alturas del año, como viene siendo habitual, ya estaríamos anunciando la programación y las novedades de esta décimo cuarta edición. Sin embargo, hoy me veo en la difícil tarea de comunicar que el Festival Jazzpolop se despide y, lamentablemente, no se celebrará. Cerramos una etapa y dejamos atrás un legado que, con toda certeza, permanecerá vivo en la memoria de muchos.
Quiero disculparme por hacer el comunicado tan tarde, especialmente con todas aquellas personas que, con antelación, habían organizado sus vacaciones con la intención de acompañarnos un año más.
Jazzpolop nació con una vocación clara: acercar el arte y la música de calidad a un entorno único como Polop de la Marina, poner en valor al municipio y su capacidad de generar cultura fuera del circuito de festivales. Y lo hicimos durante años con esfuerzo, con corazón y con muchas ganas.
Contra todo pronóstico, en plena crisis y con un ayuntamiento endeudado, conseguimos levantar un festival con muy pocos recursos. que fue creciendo gracias a la entrega del público, que año tras año fue sumándose y confiando en una programación ecléctica, arriesgada y abierta. Entendíamos el jazz como una amalgama de culturas, un lenguaje vivo y diverso, y por ello apostamos por lo original o poco convencional, priorizando bandas nacionales y locales, respaldando formaciones con repertorio propio y fomentando la creatividad artística. Fue una declaración de principios frente a la proliferación de propuestas basadas en la imitación y los tributos tan prolíficos en la última década.
Apostamos por un festival de pequeño formato, donde fue un lujo poder disfrutar de artistas de primer nivel a pocos metros de distancia. Fuimos exigentes con el sonido, la iluminación y el “backline”, siempre adaptado al estilo de cada artista, garantizando así una experiencia profesional, cuidada y respetuosa con la música y cada estilo.
Sin embargo, mantener ese nivel de excelencia y honestidad exige unos recursos mínimos. Este año, no hemos contado con el suficiente apoyo económico ni con las subvenciones necesarias para seguir adelante con dignidad. El presupuesto destinado al festival por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Polop ha sido recortado en un 50 %. Sin esos fondos mínimos, continuar significaría comprometer la esencia del festival. Y no estamos dispuestos a hacerlo, por respeto a quienes trabajamos en él, a su público y al propio pueblo de Polop.
No quisimos formar parte de un modelo insostenible, de un austericidio inviable. La evolución natural es avanzar, no retroceder. Retroceder sería traicionar lo que hemos construido. Por eso, y con firmeza, hemos preferido no continuar, Hemos decidido poner fin al proyecto en su punto más alto, con la dignidad de haber cumplido con creces nuestro cometido. Nos vamos con la satisfacción de haber hecho historia cultural, de haber convertido a Jazzpolop en uno de los festivales más entrañables y carismáticos de la zona siendo hoy un referente, y de haber transformado, cada verano, nuestro querido pueblo en un epicentro de diversidad jazzística y riqueza artística.
Organizar un festival no es solo programar conciertos. Es construir un alma, cuidar cada detalle, definir una estética propia, respetar a cada artista y ofrecer al público una experiencia que deje huella. Y más aún cuando ese festival se convierte en una plataforma con múltiples funciones: culturales, turísticas, educativas y sociales.
Jazzpolop contribuyó de forma positiva a la economía local y a la proyección del patrimonio histórico de Polop de la Marina. Supo conjugar el entorno arquitectónico y natural con la música, dinamizar los negocios locales y acercar el jazz y la música de culto a todos los públicos, de forma gratuita y accesible.
Uno de nuestros principales empeños fue promocionar Polop y su casco antiguo, mostrando su belleza y valor mediante una oferta cultural rica y diversa. El pueblo se lucía cada verano con una altura cultural inusual, atrayendo a visitantes de la comarca y de otras provincias.
Jazzpolop fue ideado y llevado a cabo con profesionalidad, voluntad y afecto. Esa esencia, que creamos entre todos, no se puede imitar ni apropiar.
Uno de los pilares del festival fue su programa de actividades paralelas, que enlazaba música y arte de forma única. Destacó especialmente la Jam Poética, propuesta del Colectivo Maridaje, liderado por Carmen Rus, Rafael García y Paco Tarín, Durante ocho ediciones consecutivas, poetas y artistas tomaron el cementerio literario de Gabriel Miró, fusionando poesía y paisaje urbano mediante video proyecciones y sonido.
Este programa incluyó también de forma multidisciplinar exposiciones de pintura, fotografía, ilustración, teatro, performances, talleres, cine fórum, videoarte, presentaciones de libros y cortometrajes, artesanía de autor, concursos y jornadas fotográficas, sesiones de Dj´s, feria de vinilos y actuaciones a pie de calle, como “Músics al carrer”, conciertos en colaboración con negocios locales. Todo ello convirtió al festival en un verdadero núcleo dinamizador de cultura y sensibilidades.
Jazzpolop no fue solo un evento, sino un motor para la comunidad. En su última edición, alcanzamos un récord histórico con unas 2.500 visitas diarias al recinto. El impacto económico, social y cultural fue evidente.
En 2019, Jazzpolop fue seleccionado, junto a otros cuatro festivales, como ejemplo de Bones Pràctiques Culturals en el programa Un País de Cultures, organizado por el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València, a través del Vicerectorat de Cultura i Esport y la Direcció General de Cultura i Patrimoni. La jornada, dedicada a las buenas prácticas en el contexto rural, incluyó experiencias como l’Aplec dels Ports, el Festival d’Arts Escèniques a la Serra d’Espadà, Pobles en Peu d’Art y nuestro Jazzpolop, en una mesa moderada por José María Bullón, presidente de la Associació de Gestors i Gestores Culturals del País Valencià.
Gracias de corazón a cada artista, técnico, colaborador y persona que creyó en este proyecto. También a los distintos gobiernos municipales y empresas que, en diferentes etapas, nos ofrecieron su respaldo.
Y sobre todo, gracias al público fiel, que hizo del festival una cita esperada y compartida cada verano. Porque, aunque suene repetido, es absolutamente cierto: sin vosotros, Jazzpolop no hubiera tenido sentido.
Hoy cerramos una etapa, así que, con orgullo y nostalgia, Jazzpolop se despide. Pero no se apaga, porque el arte y la música que compartimos seguirán vivos en nuestra memoria y en nuestro espíritu. Esa esencia, que creamos entre todos con amor y profesionalidad, no se puede fingir ni apropiarse. Jazzpolop no muere, se transforma en recuerdo, en inspiración, en historia compartida, lo hacemos satisfechos y con la convicción de que todo lo vivido mereció la pena, Gracias por haber formado parte de esta historia. y, por supuesto, junto al arte y la música, que es lo único que, en este mundo, nos hará verdaderamente libres.
Con todo mi respeto y gratitud,
Papik Ribera
Director artístico y creador del Festival Jazzpolop.
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