El emblemático juego de las chapas, en el que el azar decide si cae cara o cae cruz, regresa un año más este Jueves Santo a la pequeña localidad de Confrides (en la Marina Baixa), como ya es costumbre desde al menos el siglo XIX. Una costumbre que la dictadura franquista quiso impedir sin éxito, prohibiendo su juego, pero en la que hasta las autoridades que tenían que velar por tal cumplimiento miraban hacia otra parte en el Jueves Santo. De ahí que posiblemente no haya desaparecido esta tradición, como da fe el blog «Vall de Guadalest».

El juego se realiza con monedas de 10 céntimos de Alfonso XII de 1877, las que entonces se llamaban «perras gordas».

Este año la partida comenzará a partir de las diez de la noche, nuevamente  en la Casa del médico de Confrides, organizado por la Comisión de Fiestas 2025

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